Es increíble notar como la subjetividad del ser puede
influir rotundamente en el análisis y percepción que el mismo tenga acerca de
su entorno y cada una de las imágenes o medios de comunicación se presenten a su
alcance; tomando en cuenta no sólo experiencias vividas y aprendidas sino
también su condición social, sexo, edad, raza e incluso ubicación geográficas
las cuales pueden causar componentes fiosiológicos en el ser como escalofríos,
tranquilidad, sudoración hasta psicológicos como salivación al ver la imagen de
un alimento.
Asimismo, el ser humano tiene la capacidad no solo de
percibir imágenes directas o sensoriales sino también de recordarla mentalmente
luego de un tiempo prolongado, editándola en su mente de forma positiva o
negativa según su percepción e interés hacia la misma; por otro lado también
puede crear imágenes en su mente de forma consciente o inconsciente a través de
sueños o recuerdos invocados y aplicados a su visión actual.
En este sentido, la asociación y aprendizajes previos irán de la mano con cada uno de los
estímulos sensoriales, los cuales repercuten en la acción y reacción del ser
humano llevando la imagen mostrada a otra, como es el caso del símbolo del dólar
o alguna letra del abecedario ruso hasta la imagen de un abismo observada por
una persona que sufra de vértigo. De ahí surge la necesidad de los publicistas
para estudiar el mercado de que deben cubrir y las necesidades que quieran
abarcar para obtener una respuesta positiva del público captado.
Por su parte en el aspecto impreso se aplica el análisis de
contenido, el cual se puede simplificar como una crítica personal hacia todo
aquello que engloba y forma un objeto en particular; pero que de igual forma
pretende investigar el proceso de compone una teoría aplicada a la realidad y
que bien puede ser estudiada por cada uno de los individuos que la componen y
buscar reflexionar acerca de su contenido inicial.
Para realizar un análisis de contenido es necesario tomar en
cuenta principalmente lo que se va a investigar, de ahí se debe pasar al
análisis, el cual se desglosa en dos segmentos: el subjetivo (que enmarca la
opinión propia) y la objetiva que intenta entender lo que el emisor quiso
transmitir (la cual se desarrolla de la opinión subjetiva de cada uno de los
receptores de la información).
Autora: Rosanna Moncada
Es increíble notar como la subjetividad del ser puede
influir rotundamente en el análisis y percepción que el mismo tenga acerca de
su entorno y cada una de las imágenes o medios de comunicación se presenten a su
alcance; tomando en cuenta no sólo experiencias vividas y aprendidas sino
también su condición social, sexo, edad, raza e incluso ubicación geográficas
las cuales pueden causar componentes fiosiológicos en el ser como escalofríos,
tranquilidad, sudoración hasta psicológicos como salivación al ver la imagen de
un alimento.
Asimismo, el ser humano tiene la capacidad no solo de
percibir imágenes directas o sensoriales sino también de recordarla mentalmente
luego de un tiempo prolongado, editándola en su mente de forma positiva o
negativa según su percepción e interés hacia la misma; por otro lado también
puede crear imágenes en su mente de forma consciente o inconsciente a través de
sueños o recuerdos invocados y aplicados a su visión actual.
En este sentido, la asociación y aprendizajes previos irán de la mano con cada uno de los
estímulos sensoriales, los cuales repercuten en la acción y reacción del ser
humano llevando la imagen mostrada a otra, como es el caso del símbolo del dólar
o alguna letra del abecedario ruso hasta la imagen de un abismo observada por
una persona que sufra de vértigo. De ahí surge la necesidad de los publicistas
para estudiar el mercado de que deben cubrir y las necesidades que quieran
abarcar para obtener una respuesta positiva del público captado.
Por su parte en el aspecto impreso se aplica el análisis de
contenido, el cual se puede simplificar como una crítica personal hacia todo
aquello que engloba y forma un objeto en particular; pero que de igual forma
pretende investigar el proceso de compone una teoría aplicada a la realidad y
que bien puede ser estudiada por cada uno de los individuos que la componen y
buscar reflexionar acerca de su contenido inicial.
Para realizar un análisis de contenido es necesario tomar en
cuenta principalmente lo que se va a investigar, de ahí se debe pasar al
análisis, el cual se desglosa en dos segmentos: el subjetivo (que enmarca la
opinión propia) y la objetiva que intenta entender lo que el emisor quiso
transmitir (la cual se desarrolla de la opinión subjetiva de cada uno de los
receptores de la información).
Autora: Rosanna Moncada